Históricamente, el tema de las capacidades o talentos excepcionales ha estado directamente relacionado con la noción de inteligencia; su comprensión nace de múltiples concepciones que parten desde el sentido común hasta propuestas teóricas que surgen desde la ciencia y disciplinas que estudian a la persona. Junto con estas propuestas aparecen las técnicas de medición de la inteligencia y con éstas, la noción de superdotación. Hacemos mención a este término pues a menudo puede presentarse confusión. La superdotación ha sido fácilmente homologada al concepto de excepcionalidad o talento excepcional, y especialmente restringida al talento intelectual, pero a partir de la observación, investigaciones y desarrollo teórico, poco a poco se ha ido remplazando por la nominación de personas con capacidades excepcionales o persona talentosa. Es decir, que posee capacidades sobresalientes o habilidades en varias áreas.

En relación a la definición de talento, es posible observar que existen diversos conceptos y aproximaciones para su denominación. Pero en general, el término “talento” evoca intuitivamente un significado asociado a una capacidad o habilidad destacada. Si observamos la historia y las diferentes culturas, esta denominación no es tan simple y clara pues es un concepto relativo, ya que varía según el momento histórico y el contexto sociocultural y sociopolítico desde donde se lo defina(Borland, 2003). Por lo tanto, una determinada sociedad reconocerá y promoverá el desarrollo de distintos tipos de talento de acuerdo a necesidades y valores culturales del momento. Pero aun cuando sea un concepto histórica y contextualmente situado, no puede ser objetivado por cuanto su definición depende de la comparación con una población con características demográficas similares (Bralic & Romagnoli, 2000 / Tannenbaum, 2000).

Si bien es cierto que es fundamental para nosotros reconocer que, tanto el carácter evolutivo del talento como la influencia del medioambiente, son fundamentales para gatillar el desarrollo de una capacidad, no es menos cierto que una parte importante está determinada genéticamente.

Según la neuropsiquiatra chilena Amanda Céspedes, el cerebro –quien coordina y administra todo el quehacer de una persona– trae una estructura determinada por la herencia, aproximadamente en un 60%. El 40% restante depende de la influencia ambiental. El cerebro ofrece así una plataforma sobre la que se inserta lo que viene desde afuera; la experiencia, todo lo que es sistemático en la vida de un niño, deja huella: jugar con agua; la estimulación de un mediador (papá que lee un cuento, profesor que estimula la resolución de problemas, etc.).

Esta plataforma básica crece en el tiempo: según avanza el desarrollo de un niño, en su cerebro se irán abriendo “ventanas” o procesos madurativos específicos. Durante las etapas de desarrollo, se va poniendo en marcha información genética que hace que las neuronas del cerebro se interconecten hasta formar redes sólidas, que le permitirán ir desarrollando habilidades básicas que, a su vez, se convertirán en los cimientos de la siguiente.

Esas “ventanas” que se abren en la historia de cada cerebro, son momentos especialmente aptos para recibir experiencia y estimulación: en conjunto los tres (herencia, experiencia y estimulación) conseguirán forjar una habilidad.

Otro aspecto importante que la neurociencia ha aportado en la comprensión de cómo es posible que se manifieste un talento, es que hoy se sabe que existen áreas cerebrales que se encienden en momentos determinados, con lo que se corrobora que para que un talento se exprese, no basta tener una habilidad específica sobresaliente, sino que ésta debe interactuar adecuadamente con las otras habilidades para que se exprese y pueda desarrollarse.

En las investigaciones y en la literatura en general, nos podemos encontrar con que los sujetos talentosos pueden o no desarrollar sus habilidades destacadas, dependiendo de una multiplicidad de factores: el sistema educativo, la organización curricular, la motivación en el aula, contexto familiar y sociocultural en el cual viven, etc.

A la vez, apreciamos que el concepto de talento también tiene un carácter evolutivo, ya que no sólo el talento actual o manifiesto es relevante, sino que también el talento potencial. Bralic & Romagnoli, 2000, dicen: “Hacer la distinción entre lo potencial y manifiesto es importantísimo, porque implica reconocer tácitamente la posibilidad que una capacidad potencial no llegue a manifestarse, lo que dependerá de diversos factores, y entre ellos, de las oportunidades educativas que permitan y estimulen su desarrollo. El reconocimiento de esta diferencia implica, además, hacerse cargo de la identificación de ambos tipos de talentos, lo que repercute sobre criterios y métodos de selección que se emplean en un determinado programa educacional para alumnos con talentos destacados”.

De lo anterior se puede desprender que por el carácter evolutivo del talento, es posible transformar talentos potenciales en manifiestos y éstos en distintos niveles de desarrollo. Kokot, (1998) describe los siguientes:

• Aquellos que ya actúan o que tienen el potencial de actuar a un nivel sobresaliente en general.
• Aquellos que ya actúan o que tienen el potencial de actuar en forma sobresaliente en un área específica.
• Aquellos que tienen el potencial, o que pueden actuar en forma sobresaliente, pero no lo hacen pues no han tenido la oportunidad de manifestarlo y por lo tanto de desarrollarlo.
• Aquellos cuyas capacidades se van desarrollando gradualmente a lo largo del tiempo, pero que en el momento de la identificación, no se muestran como dotados o talentosos.

Esta última categoría no se refiere a los niños de bajo rendimiento sino a los que no se muestran precozmente como sobresalientes, pero que algún día van a ocupar un lugar destacado en el mundo de los negocios, la política, la medicina o algún otro campo, dando prueba de ser personas sobresalientes. Ellos pueden no dar indicios tempranos de un desempeño o de un potencial destacado, pero llegan a hacerlo más adelante y más tardíamente que otros (Bralic y Romagnoli, 2000).

Otros aspectos en relación a la definición de talento

Las investigaciones, en general, apuntan a que el talento sólo se expresa cuando interactúa con otras variables además de la habilidad que se destaca. Es decir, una persona que posee alguna habilidad destacada, no es talentosa por el simple hecho de tener esa habilidad, sino por la forma en que esa persona utiliza sus otras habilidades en virtud de su talento.

Desde un punto de vista sistémico y entendiendo al hombre como un ser múltiple e integrado, podemos vislumbrar que las capacidades o talentos excepcionales son una consecuencia de la interacción de procesos cognitivos y las habilidades específicas que se destacan. Es decir, para que una o varias habilidades se expresen, la persona debe poseer y/o desarrollar fuertemente sus procesos metacognitivos, –entendidos como estrategias internas para tomar decisiones, planear, seleccionar datos y resolver problemas de manera asertiva, lo que en definitiva significa desarrollar habilidades para monitorear, auto dirigir y crear sus propias estrategias de aprendizaje, independientemente del contenido.

En este sentido, Robert Sternberg dice: “para la inteligencia, no es primordial el problema de cantidad, sino de equilibrio, de saber cuándo y cómo usar las habilidades analíticas, las creativas y las prácticas”. (Sternberg, citado por De Zubiría, J.2002, p.45).

Otro teórico que aporta elementos para la comprensión del desempeño de la persona con capacidades o talentos excepcionales, es Joseph Renzulli. Este autor propone la teoría de los tres anillos como la forma de explicar los procesos involucrados en el desarrollo de las capacidades o talentos excepcionales: capacidad intelectual superior a la media, creatividad y compromiso con la tarea.
La idea es que para que alguien se pueda considerar como talento en un campo específico, no solo debe tener esa aptitud destacada, sino también debe tener un carácter decidido y estar motivado a desarrollarla, realizando un trabajo sostenido en el área a la cual pertenezca su campo. El ideal es que constituya una motivación vital alrededor de la cual todas las demás actividades sean subordinadas y/o articuladas, dotándolas de sentido, de modo que pueda elaborar productos que, para su edad, superen las expectativas de un individuo común.

Existe una diversidad de perspectivas, teorías o modelos explicativos que han tratado el tema del talento. Todas ellas se fundamentan considerando principalmente el objeto de estudio, las capacidades, el rendimiento, los aspectos cognitivos y socioculturales, según sea el caso.

Hemos tomado cuatro de ellas, las cuales son consistentes con nuestros objetivos, misión y visión y con los procesos de identificación, selección y planes de intervención que ofrecemos:

1. El modelo sociocultural de Mönks y Van Boxtel (2003):permite considerar al talento como una estructura integral, ya que toma el modelo de los tres anillos de Renzulli, –el que dice que los rasgos de una persona talentosa son la creatividad, capacidad intelectual, y motivación o dedicación a la tarea– agregándole la interacción de los procesos de desarrollo, tales como las experiencias y la socialización del individuo. Es decir, añade al modelo de Renzulli, el modelo de la interdependencia triádica que incluye a los factores ambientales como la familia, escuela y amigos (Villagra, M y cols., 2004).

Al respecto, importantes estudios longitudinales en talento han señalado que las variables que mayormente determinan que niñas, niños y jóvenes talentosos logren un alto nivel de desempeño, son: el trabajo enfocado en el desarrollo del talento; una actitud positiva —rasgos personales–, y poseer apoyo emocional —factores ambientales-(Freeman, J. 2006).

2. Teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner (1983 – 1993):aquí surge la primera distinción de los distintos tipos de talentos, originada en su teoría de las Inteligencias Múltiples y en su obra “Estructura de la Mente”. En ella, el autor señala ocho tipos de inteligencias o talentos, y múltiples maneras de expresarlas: lingüística, lógico-matemática, espacial, musical, kinestésica-corporal, interpersonal, intrapersonal y naturalista.

Es a partir de la tipificación de los talentos o inteligencias de Gardner, que otros autores contemporáneos (López, B. y cols., 2000; Bralic, S. 2007) establecerán la siguiente y actual clasificación de talentos, usada comúnmente:

Talento intelectual-académico:

Los individuos de este grupopresentan capacidades relevantes para el aprendizaje. No poseen las características definitorias de niñas, niños y jóvenes superdotados, pero aprenden a un ritmo muy rápido los contenidos de las áreas donde se destacan.

Abarcan y aprenden gran cantidad de conocimientos y manejan una gran cantidad de información.

Talento kinestésico-deportivo:

Los individuos de ésta área, destacan respecto de las niñas, niños y jóvenes de su edad en las aptitudes físicas, tales como: agilidad, coordinación de movimiento, etc. Se les considera buenos gimnastas y sus habilidades especiales las demuestran cuando realizan deportes, ballet o danza.

Talento musical-artístico:

Los que pertenecen a ésta área, manifiestan una habilidad excepcional para el aprendizaje de las artes tales como el dibujo, pintura y música, entre otras, dedicándole gran parte de su tiempo en forma diaria. Suele manifestarse en edades tempranas y de forma espontánea (4-5 años). Sus resultados académicos suelen ser intermedios y es posible que aparezcan dificultades en las otras áreas.

Talento interpersonal-liderazgo:

Estos individuos presentan ideas innovadoras, creativas y poco frecuentes; poseen una alta y variada capacidad para la resolución de problemas; gozan de aceptación y popularidad entre sus pares; tienen gran sentido del humor, aunque su rendimiento escolar no necesariamente es satisfactorio.

3. La Teoría evolutiva global e integradora de Hume, surge a partir de los postulados de Howard Gardner, la que refiere que toda persona talentosa posee un potencial biopsicológico, el cual se va actualizando y evaluando a lo largo de la vida, considerando las etapas del desarrollo y las características que el sujeto posea. Agrega que toda persona intelectualmente bien dotada o talentosa –que se encuentra por sobre la media–, puede seguir un camino ascendente y de crecimiento en el desarrollo de su talento o bien, uno de desaprovechamiento y emparejamiento hacia la media.

La vía favorable de desarrollo se logrará si la persona trabaja y se esfuerza, y si sus intereses y motivación lo impulsan a movilizar sus recursos intelectuales, creativos y personales dentro de un ambiente propicio; con esto, alcanzará altos niveles de perfección, originalidad en la tarea y un elevado desarrollo de su personalidad, lo que concluirá por lo tanto, en experiencias de autorrealización (Jiménez, C y cols., 2007).

4. Françoys Gagné (1993, 2000) definió “talento”como aquellas capacidades[1] naturales, de conocimiento superior a la media, en al menos un campo de la actividad humana. Según el autor, toda persona talentosa está “dotada” genéticamente de habilidades[2]no entrenadas y espontáneamente expresadas, lo que se llama “potencial”, que estimuladas y fortalecidas por factores ambientales tales como el sistema familiar, social y escolar, y por factores personales como el interés, iniciativa, esfuerzo y perseverancia, se traducirán en el desarrollo de un talento o desempeño“manifiesto”. Este potencial de desarrollo del talento permanece constante, pero su expresión varía según el contexto.

Françoys Gagné nos dice que, aun cuando reconocemos y valoramos que toda persona tiene virtudes, cualidades o aspectos positivos, técnicamente el concepto ‘talento’ se aplica sólo a las personas que se sitúan en los percentiles superiores de la curva de distribución.

El mismo autor, de acuerdo al documento Construyendo talentos a partir de la dotación: Breve revisión del MDDT 2.0, nos dice que aquellos de nosotros que exploramos en la literatura científica y profesional en este campo, descubriremos pronto que la existencia de los dos términos: talento y dotación, no implica la existencia de dos conceptos distintos. La mayoría de los autores usa habitualmente los dos términos como sinónimos, tal como en la expresión “los dotados y talentosos son…”

El hace la diferencia entre Dotación, a la que define como la posesión y uso de capacidades naturales destacadas en al menos un área o dominio de capacidad, en un grado tal que sitúa al individuo dentro del 10% superior de sus pares de edad; y Talento, que lo define como al dominio destacado de capacidades sistemáticamente desarrolladas, llamadas competencias, en al menos un campo de la actividad humana, en un grado tal que sitúa al individuo dentro del 10% superior de sus pares de edad activos en ese campo.

F. Gagné establece ambos conceptos, haciéndolos compartir tres características:

• Ambos se refieren a capacidades humanas
• Los dos sobrepasan la norma
• y son ‘no-normales’ debido a conductas destacadas.
• (Breve Revisión del MDDT 2.0, traducido por Sonia Bralic, 2009).

Ambos conceptos concretizan el significado de ‘destacado’, estimando su prevalencia en el 10% superior de la población. De estas dos definiciones se extrae que el proceso de desarrollo de talentoscorresponde esencialmente a la transformación progresiva de dones en talento. (Breve Revisión del MDDT 2.0, traducido por Sonia Bralic, 2009).

Proceso de desarrollo del talento

“¿Cuánta gente es dotada o talentosa? La pregunta de la prevalencia es crucial en el caso de constructos normativos (p. ej., pobreza, estatura, peso, la mayoría de los síndromes  neuróticos), que designan una proporción pequeña -y marginal- de la población general.” (Gagné, 2009, p. 6)

La prevalencia es de vital importancia para nosotros en FundacEK, ya que implica tomar nuestras decisiones respecto de dónde situaremos el punto de corte que separa a los que son talentosos de los que no lo son. Esta decisión no es menor, pues repercute en quiénes son seleccionados y en el tipo de programa que se implementará. “En términos prácticos, adoptar un umbral del 10% en vez del 1% -una diferencia de 10 veces en la estimación de prevalencia- tiene un enorme impacto en las prácticas de selección y en la provisión de servicios educativos para el desarrollo de talentos” (Gagné, 2009, p. 6).

No existe en la literatura consenso de qué porcentaje de la población posee habilidades intelectuales sobresalientes que los sitúen dentro de la población talentosa. Gagné  propone incluir a aquellos que “pertenecen al 10% superior del grupo de referencia correspondiente en términos de capacidad natural (en el caso de la dotación) o del desempeño (para el caso del talento)”

Y es ésta concepción la que tomamos en FundacEK para definir que nuestros Beneficiarios serán los que cuenten con una o más habilidades destacadas en desarrollo y que se posicionen por sobre el 10% de la población.

Se refiere a capacidades o habilidades excepcionales en una o más áreas o disciplinas del conocimiento humano. Puede ser general o específico, es decir, presentarse en todas las áreas, en varias o sólo en una. Puede encontrarse en estado potencial o manifiesto. Por lo general en los niños se encuentra en estado potencial aunque desde temprana edad pueden observarse ciertas “señales” que permiten identificarlo.

Sternberg y Zhang, (1995, citado en Jackson, 2003) sugieren que el desempeño talentoso debe incluir cinco cualidades:

1.- Debe ser de excelencia, comparado con el rendimiento de pares de la misma edad o que posean el mismo grado de instrucción.
2.- Debe ser excepcional.
3.- Debe ser demostrable a través de un instrumento de evaluación válido y confiable.
4.- Debe ser productivo o mostrar potencial de productividad.
5.- Debe poseer algún valor social.

Por lo general los niños y jóvenes con talento académico sólo cumplen los tres primeros requisitos enunciados por estos autores. Esto, porque para que sus desempeños sean  productivos y posean valor social, deben estar insertos en el mundo laboral y ya haber desarrollado el potencial que traen consigo.

Existen características que frecuentemente se observan en los niños y jóvenes talentosos y corresponden al perfil general de las niñas, niños y jóvenes con Talento Intelectual/Académico, sin embargo no necesariamente todos los niños talentosos poseen todas las características que se mencionan. Existen casos que cumplen con muchas de ellas y otros en que sólo poseen algunas. Esto porque existe gran variabilidad dentro de la población talentosa así como también en la expresión del talento. Muchas de estas características son observables desde la primera infancia y son visibles para los padres y el entorno cercano del niño desde que este es muy pequeño. “El talento puede ser observado en los tres primeros años por una rápida progresión a través de los hitos del desarrollo”. (Silverman, 2009, p. 1)
Las características que se presentan a continuación, contribuyen a identificar a niños y jóvenes que son talentosos en esta área. Son variadas, por lo que sólo nombraremos a las más relevantes; de requerir mayor información, por favor contáctenos.

Precocidad
Pasión por el conocimiento/Intensidad
Alta capacidad de concentración
Poseen una muy buena capacidad de concentración
Memoria
Velocidad en la adquisición de conocimientos
Creatividad
Complejidad
Capacidad de integrar información

Antes de revisar las características socio-afectivas de las niñas, niños y jóvenes con talento intelectual/académico, es importante referirse a un tema controvertido: la salud mental de esta población. Diversos autores se han referido a este tema (Bralic y Romagnoli, 2000; Davis &Rimm, 2003; Freeman, 2000; Walker 2002). Algunos señalan que la población talentosa es más desajustada y presenta mayor prevalencia de trastornos mentales: “Desde tiempos remotos los genios han sido asociados a mentes perturbadas y los investigadores han intentado por siglos asociar el talento con problemas mentales y emocionales” (Walker, 2002, p.6). Otros afirman lo contrario: que son más adaptados y mentalmente sanos que la población normal. Terman reportó en sus estudios una alta salud mental asociada al talento (Davis & Rimm, 2003).

Al respecto, es necesario explicitar algunos puntos: en varios casos las niñas, niños y jóvenes con talento pueden mostrar conductas desadaptativas por sentirse muy diferentes a los demás, por no entender qué les sucede y/o por no recibir la atención y posibilidades de desarrollo que necesitan para desplegar sus habilidades y desarrollarse integralmente. Muchas veces estas conductas disminuyen e incluso desaparecen cuando los niños, su familia y entorno entienden qué es lo que le sucede al niño y qué es lo que éste requiere para desarrollar su potencial. Asimismo, se debe considerar que existen diversos grados de talento y que mientras más alejado se encuentre un sujeto del promedio, más distinto será de los demás y más intensas serán muchas de las características asociadas y descritas en este apartado. No es difícil imaginar entonces, que individuos extremadamente talentosos parezcan, se sientan y sean más desajustados en algunos aspectos.

De todas formas, si consideramos a la población talentosa en su conjunto, las  investigaciones concluyen que “no hay absolutamente ninguna evidencia confiable de que la alta inteligencia en sí misma esté asociada a problemas emocionales (Freeman, 1998 citado en Bralic & Romagnoli, 2000, p.106).”

Las características más frecuentemente descritas en el área socio-emocional son:

Búsqueda de pares intelectuales
Intensidad y sensibilidad
-Psicomotora
-Sensual: vivencian profundamente sus experiencias sensoriales
-Intelectual
-Imaginación
-Emocional
Auto exigencia y perfeccionismo
Motivación
Locus de control interno: son independientes, confían en sus capacidades y habilidades
Auto concepto positivo
Empatía

La alta capacidad intelectual que presentan los niños con talento académico influye también en su desarrollo moral, observándose en muchos casos un desarrollo avanzado. Algunas de las características en esta área son:

Sentido valórico y de justicia
Desarrollo Moral Precoz
Idealismo
Flexibilidad
Alta necesidad de consistencia entre sus valores abstractos y sus acciones personales

Cuando se habla de talento artístico, hay que hacer algunas distinciones ya que lo “artístico” puede entenderse desde distintas perspectivas. En primer lugar, se puede diferenciar lo que es talento “artístico visual” y “artístico musical”, ya que si bien comparten con el talento académico características como precocidad, motivación y creatividad (Winner, 1996), las habilidades específicas a la base son completamente diferentes.
Del mismo modo, al profundizar en el talento “artístico visual” también encontraremos diferencias que caracterizan por ejemplo, a niños destacados en dibujo, a otros más proclives a la expresión plástica en volumen (como la escultura) o la fotografía.

El talento involucra la capacidad de percibir con agudeza, elaborar en forma lógica y eficiente y/o expresar con destreza elementos musicales, experimentando gran placer al hacerlo (casi como una necesidad vital). Luego, cada una de estas etapas de la elaboración musical es descompuesta o subdividida en pequeñas habilidades específicas, en las que no siempre existe acuerdo sobre su relevancia en el talento, siendo determinantes al parecer, la percepción de tono y ritmo como elementos centrales.

Este tipo de talento se ha destacado menos en la opinión pública, opacado por las expectativas de alto desempeño intelectual o académico en la educación actual.

Si bien en la literatura se describen diversas cifras, tipos y dominios relativos a este tipo de talento, existe cierto acuerdo entre los autores en que habría un pequeño grupo de niños talentosos que demostraría en forma espontánea un tipo de dibujo cualitativamente diferente a sus pares.

Una de las autoras más conocidas en esta área es Constance Milbrath, quien asegura que estos niños estarían guiados por procesos “figurativos” por sobre lo “operacional”, lo que significa que son capaces de representar sus ideas de manera gráfica, más allá de la  Interpretación tradicional (Winner y Martino, 2003). Según la autora, estos niños ven el mundo de manera diferente, codificando y memorizando la información visual de manera particular, para luego representarla de manera gráfica.

Sin embargo, las destrezas técnicas para expresarse de manera gráfica no es lo único que destaca en estos niños. También existiría una gran capacidad de interpretación visual del entorno y una habilidad para comunicar y explicar verbal o “semánticamente” la obra realizada. En este sentido, se postula que la habilidad técnica para dibujar es un importante predictor del talento artístico visual, lo cual no se limita sólo a la producción gráfica sino también al significado que se le atribuye a dicha representación. Por lo tanto, para potenciar el talento artístico no sólo se debe enseñar sobre técnicas visuales de expresión, sino que también se les debe enseñar a hablar sobre su obra y las estrategias cognitivas que están envueltas en la construcción de significado (Wilson, 2009).

• Precocidad
• Realismo

 En un intento por categorizar e integrar las contribuciones de diversos autores exponentes del talento artístico visual, Wilson (2009) plantea que este talento se puede subdividir en tres dominios:

• Habilidad técnica
• Pensamiento visual
• Creatividad Artística

A los tres dominios planteados por Wilson (2009), Clark y Zimmerman (1998) en Cukierkorn (2008), rescatan un cuarto componente más en la línea socio-afectiva:

• La presencia de gran motivación y perseverancia.

La definición de este talento no es fácil. Muchos autores hacen referencia a un componente indescifrable en la definición del talento musical. Judge (2009) lo denomina “factor misterioso”, para dar cuenta de ciertos rasgos intangibles, medianamente intuitivos y hasta azarosos, de los cuales la literatura no logra dar cuenta de manera definitiva para comprender a cabalidad qué y cómo es la habilidad musical.
Un aspecto interesante que ha sido estudiado es la relación del talento musical con la inteligencia general. No se pretende en este punto profundizar en los aspectos de la psicología cognitiva asociados al desarrollo musical, pero sí se puede decir que existe cierto acuerdo en que, en general, estarían relacionados (sin ser determinantes entre sí). Algunos autores señalan que la disciplina y práctica metódica que requiere el aprendizaje musical se transfiere, en la mayoría de los casos, a otras áreas del comportamiento humano. Del mismo modo, autores como Chin y Harrington (2007) describen una lista de beneficios cognitivos y socio afectivos derivados del talento musical, tales como desarrollo neuronal atípico, pensamiento creativo, comunicación emocional, focalización de la atención, habilidades metacognitivas, entre otras.
Así también encontramos posturas que afirman que el músico tiene una “mente musical” que opera con ciertos rasgos que organizarían el pensamiento en general. Sin embargo, en este capítulo se trata como un tipo de inteligencia particular (como señala Gardner) compuesta por destrezas específicas de carácter netamente musical.

La presencia de las distintas habilidades musicales se puede detectar tempranamente para iniciar oportunamente la educación musical (Seashore, 1919). Es decir, para este autor, el talento musical, como todos los otros talentos, es un don de la naturaleza, heredado no adquirido, ya que si un músico tiene una habilidad natural en música es porque ha nacido con ella. Ahora, lo importante es saber identificarla en estado latente ya que es sabido que sólo una pequeña porción de las personas con talento llega a desarrollarse resultando cierto que “muchos hombres mueren con la música dentro de ellos” (Seashore, 1915, p. 1).

Winner (1996), por su parte, propone que este tipo de talento artístico no sería muy diferente del talento artístico visual e incluso de otras áreas no artísticas, en el sentido que aparece con precocidad, sería relativamente independiente de la “presión” del medio en su origen, cuanti y cualitativamente diferente a sus pares cronológicos y se caracterizarían por responder a una motivación y placer innegables en su ejecución.

Existe bastante acuerdo en que los componentes esenciales de este tipo de inteligencia estarían basados en tres habilidades, principalmente (Gardner, 1997 en Guerreo, 2009):

• Percepción
• Ejecución
• Producción

Una de las características descritas como una de las más relevantes (Winner, 1996), es la:

• Memoria auditiva

A su vez:

• Precocidad
• Oído absoluto

Numerosos autores se han referido a cómo definir el talento deportivo, planteando que no hay un modo inequívoco de entenderlo, pero que en general existe cierto acuerdo en que el concepto incluye en sí mismo ciertos elementos presentes (disposiciones genéticas, características físicas, psicológicas, entre otras) que necesitan de condiciones para desarrollarse con intencionalidad de modo de llegar a conformar lo que entendemos por un “Talento Deportivo”.

La danza, por otro lado, si bien se puede incorporar dentro del grupo de los talentos kinestésicos, comparte con el área del talento musical algunas habilidades e intereses, por lo que asume características bien distintivas comparadas el deporte.

Trabajaremos la definición a través de la danza, ya que es uno de los talentos kinestésicos más conocidos.
No ha sido fácil acceder a una definición clara de lo que se entiende por talento en danza, dado que en la literatura este tema se encuentra escasamente desarrollado; pero en cambio sí es posible identificar los elementos importantes de tener presentes al intentar reconocer y/o seleccionar niños que puedan lograr un desarrollo destacado en la danza durante su vida.
Lo primero que hay que cuestionar es cuál sería el tipo de talento que poseen las personas con habilidades destacadas para la danza. ¿Se refiere a una aptitud física o una especial habilidad artística/expresiva? O una mezcla de ambos, y en ese caso, ¿cuál es la jerarquía entre ambas?
Van Rossum (2001) investigó a 129 estudiantes del Departamento de Danza de la Escuela de Amsterdam de las Artes, los cuales en algún momento de su vida habían sido  Identificados como talentosos. Se les pidió que definieran su talento según sus propias palabras y lo expresado por ellos fue:

·               El 45% indicó que su talento se refería a su expresividad

·               El 36% indicó que su talento consistía en aptitud física y habilidades artísticas

·               El 11% indicó que su talento consistía en aptitud física

·               El 11% indicó otras habilidades específicas tales como “bueno para los patrones de movimiento”,              “buena motivación”, “aprendo rápido”, “fuerza de voluntad enorme”.

Podríamos decir entonces, que el talento en esta área se relaciona tanto con destrezas físicas sobresalientes, como con una dotación artística, por lo que se encuentra en un camino intermedio entre lo que hemos definido como talento kinestésico/deportivo y talento artístico.

Si bien es posible distinguir una gran variedad de condiciones que involucran diferentes aspectos, no existe un listado consensuado al respecto, pero los expertos coinciden en algunos elementos que consideran importantes.

·         –Sensibilidad musical

·        – Necesidad de crear, creatividad

·         –Armonía, desplazamiento innato

·        – Habilidad de observación

·        – Concentración

·         –Coordinación innata

·         –Expresividad

·         –Tolerancia al esfuerzo y la repetición

·         –Precocidad

El Talento Deportivo se caracteriza por ser una disposición potencial, que sólo al tener las condiciones para desarrollarse se evidencia como talento propiamente tal. Al respecto, ya Zatsiorski considera que “el talento deportivo se caracteriza por una determinada combinación de las capacidades motoras y psicológicas, así como de las aptitudes anátomo-fisiológicas, que crean en conjunto la posibilidad potencial para el logro de altos resultados deportivos en un deporte concreto” (citado por Cuadro 2002 en Mahmoud y Fernández 2009). A su vez, Marques (2004, en Mahmoud y Fernández 2009) refiere que “Talento es un individuo que presenta factores endógenos especiales, los cuales con influencia de condiciones exógenas óptimas, deja prever la posibilidad de obtención de prestación deportiva elevada”. Bajo esta perspectiva, las habilidades actuarían como bloques de construcción del talento, pero la definición de las características y el proceso de desarrollo del talento se producirían cuando el niño pasa por un período de aprendizaje estructurado, que de acuerdo a la etapa en que se encuentre, presentan a su vez requerimientos particulares.

• • Factores Psicológicos: (Gould et al, 1992 en Abbott y Collins 2003):
    -Capacidad para fijar objetivos
    -Compromiso
    -Evaluación realista del desempeño
    -Visualización y uso de imágenes
    -Capacidad de abstracción, retención, atención
  • Habilidades cognitivas
    -Capacidad de aprendizaje
    -Velocidad del aprendizaje
    -Creatividad
    -Concentración
    -Predisposición para el rendimiento
    -Inteligencia motriz
    -Capacidades tácticas
    -Factores afectivos

  Y otras más, tales como:

  • Capacidad para hacer frente a la adversidad
  • Coachability
  • Confianza
  • Motivación de logro
  • Capacidad para el establecimiento de metas
  • Preparación mental

  También hablamos de la importancia de la actitud hacia el deporte, que se refiere a la disposición para soportar las cargas del entrenamiento, la presión de las competencias y la renuncia a la vida cotidiana con los compañeros de la misma edad (Leyva 2003). Cauas (2010) se refiere a esto mismo, indicando que la autodeterminación es fundamental para tolerar las altas cargas de entrenamiento; en sus palabras, “nosotros hemos visto que los niños que soportan los niveles de entrenamiento, que soportan el rigor del entrenamiento son tipos que vienen mucho más motivados de manera interna más que externa”.

  Si tienes interés en saber más, por favor comunícate  con nosotros.

Segundos semestres de cada año, para partir trabajando con los Beneficiarios nuevos, el primer semestre del año siguiente.
Lo anterior, sin desmedro que algún caso se presente durante el año y que decidamos como Fundación, evaluarlo fuera de los plazos establecidos.

• Cualquier niña, niño o joven que quiera postular debe cumplir primero con los siguientes criterios:
• Ser chilena/o, o extranjero residente
• Contar con una o más habilidades destacadas en desarrollo, en una o varias áreas del desarrollo humano.
• Tener más de 4 y preferentemente menos de 16 años de edad.
• Estar en situación de vulnerabilidad socio-económica.

Los postulantes llegan a nuestra Fundación a través de dos instancias:

• Niñas, niños y jóvenes derivados por alguno de nuestros colaboradores y asociados, –organismos, instituciones y profesionales que trabajan directamente con ellos, lo que nos permite contar con un cierto grado de certeza respecto a las habilidades con las que cuentan.
• Niñas, niños y jóvenes referidos por profesores, padres y/o apoderados, colegio, conferencias, televisión; otras instancias sociales y/o personales que permitan que sean detectados espontánea y directamente por nosotros. No hay una evaluación previa de expertos en talentos.

Su objetivo es determinar quiénes serán los beneficiarios de nuestra Fundación; consiste en una serie de etapas sucesivas por la que todos los postulantes deben pasar, las que son financiadas íntegramente por nosotros.

Las etapas de este proceso son:

• Entrevista inicial con el postulante y familia: la niña, niño o joven, sus padres y/o apoderados deberán asistir a una entrevista inicial con nuestro equipo profesional para un primer acercamiento y entrega de información preliminar sobre el Proceso de Selección; es en esta misma entrevista donde se les entregará la Ficha de Postulación y los anexos, que deberán completar y enviarnos en una fecha determinada.
• Evaluación de las habilidades destacadas: una vez recibidos los documentos dentro del plazo estipulado, se coordinará una o varias sesiones realizadas por uno o más expertos designados por nosotros, quienes deberán evaluar las habilidades del talento específico del postulante.
• Evaluación psicosocial: con los resultados de dicha evaluación, y de haber un alto grado de certeza en las potenciales habilidades del postulante, nuestro equipo profesional inicia una serie de entrevistas y evaluaciones a la niña, niño o joven, sus padres y/o apoderados, profesores, y otros de ser necesario.
• Evaluación socio-familiar: cuando ya se ha recogido toda la información pertinente, se coordina una evaluación socio-familiar realizada por un(a) Asistente Social designado(a) por nosotros.

En el caso que el postulante sea aceptado en una primera instancia, lo citaremos junto a sus padres y/o apoderados, donde les daremos cuenta de los resultados del Proceso de Selección, e informaremos en forma detallada de las sugerencias de las intervenciones propuestas, a través de la presentación de los Planes que han sido especialmente creados.

• Presentación de los postulantes al Consejo Directivo: de acuerdo a los informes y sugerencias entregadas por nuestro equipo, la Gerencia entregará al Consejo Directivo la recomendación para la incorporación del/los postulantes.
• Formalización de acuerdos entre la Fundación, beneficiario y a apoderado: el que corresponde a la legalización y firma de contrato donde se establecen los acuerdos y compromisos entre el beneficiario, apoderado y la Fundación

Hoy en día, para identificar a los alumnos con talento intelectual/académico, aplicamos una serie de pruebas de coeficiente intelectual, además de otros test y/o pautas de observación para evaluar los aspectos motivacionales y creativos. Sin embargo, no contamos con un instrumento que permita evaluar todos los aspectos mencionados de una sola vez, ni que contemple una aplicación de manera grupal.  A su vez, en relación con las otras áreas de talento, –artístico/musical y kinestésico/deportivo–, debemos contar con la evaluación de expertos en dichas áreas, y de otros profesionales para evaluar la motivación y creatividad, debiéndose considerar, además, un tiempo destinado para la aplicación individual.

El instrumento denominado DISCOVER, (Discovering Intellectual Strengths and Capabilities while Observing Varied Ethnic Responses), fue creado en Estados Unidos por la Doctora June Maker y tiene por objetivo evaluar y detectar individuos con habilidades destacadas en el área intelectual/académica.
A diferencia de los métodos de evaluación tradicionales, posee un enfoque que evalúa las habilidades potenciales en esta área, ya que combina teorías modernas sobre la inteligencia que han sido fundamentadas en las últimas investigaciones sobre el funcionamiento cognitivo de las personas; es por esto, que la concepción de inteligencia que subyace el modelo DISCOVER, se basa en la Teoría de las Inteligencias Múltiples desarrollada por Howard Gardner; ésta propone que la inteligencia es la capacidad de resolver problemas o elaborar productos valiosos dentro de una o más culturas, distinguiendo ocho tipos de inteligencia: lógico-matemática, lingüística, espacial, musical, corporal-kinestésica, interpersonal, intrapersonal y emocional.
Afirma que los individuos cuentan con estas ocho inteligencias, y que hay ciertos mecanismos y principios que las hacen distintivas. Por lo tanto, a la base de cada inteligencia hay un conjunto de habilidades que, de acuerdo al modelo DISCOVER, pueden ser claramente observadas y por lo tanto evaluadas.
Otra teoría que se suma a DISCOVER es la de Robert Sternberg, quien se refiere a la relación entre los procesos mentales y el contexto. De esta forma, la aplicación de dichos procesos dependería altamente del contexto donde se sitúa una persona. Dicha persona interactúa constantemente con ese contexto, adaptándolo y moldeándolo.

Es así que para descubrir las habilidades destacadas de los estudiantes en el área Intelectual-Académica, DISCOVER utiliza la resolución de problemas. Getzels y Csikszentmihalyi (1967, 1976), hacen un estudio sobre la creatividad en la que la resolución de problemas se propone como una manera justa y equitativa de evaluar el conocimiento y habilidades de los estudiantes. Con esta idea, Maker y Schiever crearon el Continuo de problemas DISCOVER, bajo la premisa que para identificar el talento y creatividad de los estudiantes, es necesario que ellos demuestren sus habilidades en la resolución de diferentes tipos de problemas, que van desde los más cerrados -tipo I-, hasta los problemas que tienen diferentes facetas y posibles soluciones –tipo VI–.
Entonces, este instrumento se aplica, observando las siguientes habilidades a través de la resolución de problemas: a) espacial-artística, b) espacial–analítica, c) matemática, d) oral-lingüística y,  e) escrito-lingüística. Además de estos cinco dominios, el instrumento permite observar características inter e intra personales en los estudiantes mientras resuelven problemas de manera lúdica, con lo que pretende explicar cómo los estudiantes talentosos manifiestan dicho talento, considerando tres variables: inteligencia, contexto, y habilidades de resolución de problemas.

En FundacEK, estamos en proceso de validación de este instrumento en Chile, trabajando directamente con la Doctora Maker y su equipo desde la Universidad de Arizona.

Para mayor información respecto al instrumento DISCOVER, contáctenos.

Los Observadores son profesionales que elegimos en FundacEK, con experiencia en el trabajo con menores; pueden ser profesores, psicólogos, estudiantes de último grado de dichas carreras o de post grado.

La importancia que tienen los Observadores en la aplicación de este instrumento es bastante alta; se han realizado estudios en relación con la confiabilidad de los resultados y están en estrecha relación con éstos, el tiempo que le dedican a resolver sobre sus evaluaciones y lo éticamente profesionales que son. Es por esto que la capacitación de los mismos es de vital importancia ya que la confiabilidad de los resultados de la evaluación dependerá en gran medida de su experiencia.

Dentro de este contexto y dada la importancia para nosotros de poder disponer de un sistema de detección y evaluación de talentos potenciales en todas las áreas con las que trabajamos, es que en marzo del 2012, se hizo la primera capacitación de Observadores en Chile, con los cuales el instrumento está siendo validado en el país.

Una vez validado, lo podremos aplicar anualmente en distintos colegios de Santiago, y así detectar una determinada cantidad de potenciales de talento en el área intelectual/académica.

Pero dado que necesitamos un instrumento que nos ayude a detectar potencial de talento también en las otras áreas –artístico/musical y kinestésico/deportivo, es que, y siempre en conjunto con la Doctora Maker y su equipo de la Universidad de Arizona, Estados Unidos, y el equipo profesional de FundacEK, desarrollaremos en Chile una segunda parte del DISCOVER, consistente en construir y diseñar un instrumento que permita detectar y evaluar habilidades potenciales en el área artístico-musical y kinestésico-deportiva, lo que está planificado que se comience una vez terminada la validación en Chile, del instrumento con el que ya contamos.

Para una mayor información respecto al Instrumento DISCOVER, contáctenos.