Lucía Rodríguez, violista: “Yo me imagino tocando en una orquesta, como solista”

Con solo 14 años, Lucía Rodríguez puede decir que ha dedicado gran parte de su
vida a la música
Nació en Venezuela, en la ciudad de Maracaibo, y se vino a vivir a Chile al cumplir
11 años. “Yo estaba muy emocionada por venir, mi papá se había venido en febrero
del 2018, a trabajar, para ganar dinero suficiente para comprarnos los pasajes”,
recuerda la joven venezolana, hoy radicada en Chile.
La música, como suele decir Lucía, gasta mucho tiempo, lo que significa que uno
debe estar dispuesto a hacer ciertos sacrificios para avanzar en la disciplina. Y ella
bien lo sabe: la gente que la rodea acostumbra a decirle que siempre la ven
estudiando, que nunca sale a divertirse, que nunca tiene tiempo.
En Chile, Lucía ha recibido el apoyo de Fundación para la Formación Juvenil
(FundacEK), a través de su programa del desarrollo al talento, el cual contempla
apoyo psicológico, un plan específico de apoyo para su disciplina y talleres
transversales de inglés y habilidades expresivas. Para ella, la experiencia de ser
apoyada por una Fundación ha sido muy positiva, ya que considera que, de esta
manera, cuenta con más herramientas para desarrollar su pasión.
En esta entrevista, Lucía explica alegremente, como es su estilo, cómo llegó a la
música, por qué se interesó en la viola y qué cambios ha significado su traslado de
Venezuela a Chile.

-¿Cómo fue tu acercamiento a la música?
-Empecé con la música en el Conservatorio de Música José Luis Paz, entré a los 4
años, mis papás me metieron. Yo siempre estuve muy metida en la música, ellos me
compraron una guitarra pequeña, yo me la pasaba tocando, me enseñaban notas en
el pentagrama. Estuve desde los 4 a los 7 años en ese Conservatorio, y a los 7
años, en el Conservatorio tienes que elegir tu instrumento, y yo quería tocar violín.

-¿Y qué ocurrió después?
-Mi papá compró el violín, pero después nos dijeron que se suspendía el taller, y
nosotros ya teníamos el violín. Pero ocurrió que la directora de la orquesta le dijo

que era profesora de viola y que había partido las clases, y me preguntó si quería
tocar viola y dije que sí.
Así que empecé las clases con ella a los 7 años. El año siguiente entré a la
Orquesta Infantil, y después la Juvenil, y después de eso me vine a Chile.

-¿Cómo fue tu traslado a Chile?
-Yo estaba muy emocionada por venir, mi papá se vino en febrero de 2018, vino a
trabajar para ganar dinero para los pasajes; yo tengo 2 hermanos, uno que tiene 12
años, el otro 9, y nos vinimos con mi mamá, pero mi papá vino primero, nosotros
llegamos en septiembre. Yo estaba emocionada por venir porque tenía 7 meses sin
venir y ver a mi papá, y allá en Venezuela había muchos problemas, con internet,
apenas en la noche quizás se podía hacer una llamada, pero se cortaba mucho. Yo
era super apegada a él y fue duro estar 7 meses con poca comunicación, ya que en
Venezuela muchas veces se nos iba la luz.

-Y una vez en Chile, ¿cómo te involucraste nuevamente con la música?
-Mi papá logro que ingresara en una Orquesta Infantil de venezolanos en Chile.
Ocurrió que cuando llegamos en septiembre, yo estudiaba desde mi casa, y en
octubre mi papá me dijo que fuéramos a esta Fundación, y ese mismo día me
inscribí y empecé. Al año siguiente, entré a la Foji, y el año pasado entré a la
Orquesta Sinfónica Infantil Metropolitana, que es de la Foji. Ahora, ahora toco en la
Orquesta Sinfónica Estudiantil Metropolitana, me falta para la juvenil, porque es a
partir de los 16.

-¿Qué es lo que te gusta de tu instrumento?
-Me gusta el sonido de la viola, es muy brillante, me gusta, pero no sé cómo
definirlo. La música es muy importante para mí, empecé desde pequeña, llevo la
mayor parte de mi vida con la música dentro, además, en el proceso de adaptación
a un nuevo país, la música fue muy importante.

-¿Qué significa la viola en tu vida?
-Yo empecé en la orquesta, me sentía en casa, la viola ha sido muy importante,
cuando yo estaba, fue difícil dejar a mi familia, cuando me vine, practicaba, me

sentía tranquila, como en mi casa; la viola es algo importante, espero que siga
siendo parte de mi vida, hasta lo que más pueda.

-¿Cómo imaginas tu futuro?
-Yo me imagino tocando en una orquesta, como solista, me gustaría estar viajando,
de un lugar a otro, estudiar viola, y estar en el concierto.

-¿Cómo definirías el poder de la música?
-La música podría alegrar la vida a muchas personas, el momento de transmitir lo
que uno siente, a través del instrumento.

-¿Qué te ha parecido el apoyo que te ha entregado FundacEK?
-Me ha gustado mucho, recibo clases particulares de viola y lenguaje musical. Los
talleres, como el taller de inglés, han sido súper buenos. Me cuesta pronunciar, pero
estoy mejorando, entiendo más.
El taller de habilidades expresivas también a fue muy bueno, y creo que todas las
herramientas que entregan me han gustado.